El SAS impulsa una nueva bolsa de empleo
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha iniciado un proceso de transformación de su bolsa de empleo, con el objetivo de modernizar y agilizar un modelo considerado “complejo” y carente de actualizaciones dinámicas, un problema que afecta desde hace años a miles de profesionales sanitarios andaluces.
La Junta plantea una bolsa “más ágil, flexible y técnicamente sencilla”, con actualizaciones continuas de méritos y un sistema que reduzca la burocracia. Para ello, se prevé integrar un currículum digital único que centralice toda la información profesional, facilitando tanto las contrataciones temporales como el acceso a plazas de carácter fijo. Otro de los pilares del nuevo marco es que al menos el 85% de las vacantes se cubran mediante acreditaciones de oficio, evitando que los profesionales tengan que recurrir continuamente a nuevos procesos selectivos para conservar su posición en la bolsa.
Uno de los cambios más destacados es la incorporación inmediata de los profesionales que finalizan su residencia. El SAS permitirá que los nuevos especialistas accedan a la bolsa sin esperas, una medida especialmente relevante en categorías declaradas como de difícil cobertura, entre ellas varias especialidades de Enfermería y Medicina.
Convocatorias inmediatas: 3.000 interinidades de enfermería
El consejero de Salud ha confirmado que la nueva bolsa estará operativa antes de que finalice el año, y que el SAS lanzará a finales de noviembre la convocatoria de 3.000 interinidades para enfermería. Además, se incorporarán 1.076 enfermeras adicionales mediante contrataciones específicas, y la Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2025 incluirá 2.558 plazas para esta categoría, lo que supone uno de los mayores refuerzos de la plantilla en la última década.
Oferta Pública de Empleo 2025
En paralelo a la reforma de la bolsa, a finales del mes de octubre, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) aprobaba en Mesa Sectorial la nueva Oferta de Empleo Público (OEP) para 2025, que contempla un total de 10.289 plazas, respondiendo a la tasa de reposición máxima del 120% establecida en los Presupuestos Generales del Estado prorrogados de 2023 para los sectores prioritarios. La oferta, que refuerza el compromiso de planificación del empleo público en la sanidad andaluza, incorpora 3.735 plazas de nueva creación (ya anunciadas en Consejo de Gobierno), así como la previsión de 2.167 plazas correspondientes a jubilaciones futuras, dentro de la planificación plurianual que viene desarrollando el SAS.
Des las plazas de nueva creación ya anunciadas, 1.532 se destinan a la puesta en marcha de nuevas infraestructuras sanitarias, 705 al refuerzo de los programas de cribado y 675 a fortalecer el modelo organizativo y asistencial de la Atención Primaria. El resto se orienta a nuevas carteras de servicios, vinculadas a áreas prioritarias como la salud mental, los trasplantes, las terapias avanzadas, los cuidados paliativos pediátricos o la coordinación sociosanitaria.
Negociación con los sindicatos y mesas técnicas
Para definir el nuevo marco regulador, la Junta ha convocado a la Mesa Sectorial de Sanidad, donde sindicatos como CCOO, UGT, SATSE y CSIF debatirán junto a la Administración los criterios de baremación, funcionamiento interno y procedimientos técnicos del sistema. Las mesas técnicas, clave para cerrar los aspectos más sensibles del modelo, se desarrollarán desde septiembre con la intención de culminar la reforma antes de que termine 2025. La reforma llega en un contexto de creciente malestar entre los profesionales. Diversos sindicatos han denunciado en los últimos meses que la actual bolsa presenta listados desactualizados, demoras en la baremación y criterios poco transparentes.
Si bien, con la futura bolsa del SAS se aspira a modernizar el modelo existente (con la digitalización, la inclusión inmediata de nuevos especialistas y la automatización de procesos que podrían suponer un avance significativo en términos de eficacia y transparencia), los sindicatos advierten que la implementación técnica y el diseño de los nuevos baremos serán determinantes para evitar desigualdades y garantizar que la reforma se traduzca en mejoras reales para la plantilla sanitaria.
