El 1 de mayo se celebra el día Internacional de los Trabajadores, como jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores.
¿Por qué se celebra el 1 de mayo?
La fecha fue instituida por el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, que se celebró en París, en 1889. Años después, en 1955, el Papa Pío XII estableció el 1° de Mayo como Día de San José, en reafirmación implícita de la conmemoración.
¿Cuál es el origen del Día de los trabajadores?
El origen está en la ciudad de Chicago, en plena Revolución industrial y la reivindicación básica de los trabajadores: «8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso». En ese momento, la ley autorizaba jornadas de trabajo de hasta 18 horas, que se podrían sobrepasar «en caso de necesidad». En 1.884, diferentes movimientos obreros acordaron exigir jornadas de 8 horas.
La huelga del 1 de mayo
El 1 de mayo de 1886, unos 200.000 trabajadores de Chicago se pusieron en huelga. Sólo una fábrica mantenía su actividad y, frente a ella, hubo manifestaciones los días siguientes: el día 2, disuelta violentamente por la policía y el día 3 cuando una compañía de policías disparó sobre los manifestante, con resultado de 6 muertos y varias decenas de heridos.
Concentraciones en la plaza de Haymarket. Tras estos hechos, más de 20.000 personas se concentraron en la plaza de Haymarket. Hubo cargas policiales, un artefacto explosivo estalló entre los policías (produciendo un muerto y varios heridos) y, finalmente, se abrió fuego contra la multitud (con resultado de 38 muertes 200 heridos). Chicago fue declarado en estado de sitio y se instauró el toque de queda.
Juicio y condena a muerte. Poco después de los hechos acontecidos en en la plaza de Haymarket (el 21 de junio de 1886) se celebró el juicio contra 31 responsables del atentado. Ocho de los acusados fueron declarados culpables: tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a muerte.
La jornada de 8 horas
Toda esta lucha sirvió para que, a finales de mayo de 1886, diferentes sectores empresariales establecieron la jornada de 8 horas. Además, los sucesos fueron un impulso para convertir el 1º de mayo en un día festivo y de revindicación unánime para reducir a ocho horas la jornada laboral. En 1889, por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París, se instauró como jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los llamados Mártires de Chicago.