Fiestas, museos, monumentos, paisajes… todo es fotografiado una y otra vez. Especialmente desde que existen los móviles con cámara, es casi imposible un evento sin ver como son disparados o ver como saltan sus flases.
Fotografiamos lo que nos gusta, lo que nos llama la atención, pero sobre todo lo que no queremos olvidar. Pero, ¿de verdad hacer una foto nos ayuda a recordar lo fotografiado?
¿Hacer fotos ayuda a recordar algo que hemos visto?
En contra de lo esperado, un estudio realizado por las investigadoras Rebecca Lurie y Deanne L. Westerman, de la Universidad de Binghamton, demostró que hacer fotos perjudica lo que recordamos de la experiencia.
El estudio realizado
Las investigadoras se propusieron comprender si hacer una foto a un evento o a cualquier situación empeora o mejora la memoria. En investigaciones realizadas con anterioridad por otros autores, las conclusiones no fueron claras: participantes que habían fotografiado su vista a un museo de arte presentaban, casi por igual, problemas de memoria unos y mejor recuerdo en lo fotografiado, otros.
En esta investigación las investigadoras llevaron a cabo cinco experimentos en los que participaron un total de 525 estudiantes universitarios. Los participantes vieron un conjunto de obras de arte y se les pidió que hicieran una foto de algunas piezas y que sólo miraran (sin hacer fotos) el resto de piezas. Posteriormente, se puso a prueba la memoria de los participantes sobre todas las obras de arte (sin permitir que revisarán las fotografías tomadas).
Resultados del estudio: relación entre hacer fotos y memoria
En los cinco experimentos, la pieza artística que había sido fotografiada se recordaba peor que aquellas que simplemente se veían. Este peor recuerdo se encontró pasados 20 minutos y también dos días después.
Los resultados también mostraron una peor memoria tanto para los detalles visuales de la obra de arte, como para el tema general, la “esencia” de la pieza.
Conclusiones del estudio
Habitualmente hacemos fotos de cosas que queremos recordar, sin embargo, el estudio demostró que ocurre justamente lo contrario. “Es posible que los participantes confíen en la cámara para recordar la información fotografiada, lo que resultará en un deterioro de la memoria para almacenar la información fotografiada». “El principal beneficio de usar una cámara es la capacidad de volver atrás y mirar las fotos que hacemos, viendo a veces cosas que de otra manera se habrían perdido”.
El artículo, «La toma de fotografías afecta la memoria en las pruebas de memoria perceptual y conceptual», ha sido publicado en la Revista de Investigación Aplicada en Memoria y Cognición.