La revista “Nature” ha publicado un estudio sobre la relación entre las horas de sueño y la probabilidad de sufrir demencia.
Dormir poco a partir de los 50 años
Un sueño irregular es una característica de la demencia; sin embargo, no está claro si esa duración irregular del sueño antes de la vejez tiene relación directa con la demencia. Hay muchos estudios que han tratado de esclarecer la posible relación entre la duración del sueño y la incidencia de demencia. El último estudio publicado se ha realizado con 7.959 participantes, a los que se le ha hecho un seguimiento durante 25 años. Los resultados: 521 de ellos fueron diagnosticados de demencia.
De los datos del estudio, se extrae además que el mayor riesgo de demencia se asocia con personas que a la edad de 50 a 60 años dormían seis horas o menos; estimándose que la duración normal del sueño está entre 7 y 8 horas. Además, la relación encontrada entre dormir poco en la mediana edad y demencia se daba al margen de otros factores como hábitos alimenticios, factores sociodemográficos, conductuales, cardiometabólicos o de salud mental.
Dormir poco en la mediana edad (6 horas o menos) se asocia con padecer demencia.
¿Y lo contrario? ¿Qué ocurre si se duerme mucho?
El estudio fue más allá, tratando de comprobar otros patrones de sueño. Se hizo un seguimiento de un total de 6.875 personas, hasta los 70 años, encontrando que 426 de ellos presentaban demencia incidente. Además, se identificaron seis tipos de modos de sueño: sueño corto persistente, sueño normal persistente, sueño largo persistente, cambio de sueño corto a normal, cambio de sueño normal a largo y cambio de sueño normal a corto.
Como ya se ha mencionado, la duración del sueño breve y persistente parece estar claramente asociado a un mayor riesgo de demencia, en comparación con aquellos con una duración normal del sueño persistente. Pero la sorpresa fue que también se encontró que existía un mayor riesgo de padecer demencia en los participantes con sueño prolongado persistente (alrededor de 12 horas). Este dato coincidía con el encontrado en otros estudios anteriores. Sin embargo, para los investigadores, la muestra no era suficientemente grande como para poder afirmarlo categóricamente.
Dormir mucho en la mediana edad (12 horas o más) parece estar asociado con padecer demencia en un futuro.
Fuente: https://www.nature.com/articles/s41467-021-22354-2